domingo, 29 de julio de 2018

CRÍTICA: RICITOS DE ORO, EL MUSICAL

Una muy fresca versión libre de la ya conocida “Ricitos de Oro”. La Mamá de Ricitos, youtuber dedicada a las redes sociales, y Mamá Osa, preparan galletitas cada una en su casa. Papá Oso y Osita quieren comerlas, pero aún están calientes. Salen a dar un paseo. A la mamá de Ricitos le faltan 3 limones y la manda a la feria a comprarlos. Ricitos, es soñadora, quiere contar todos los colores de todas las mariposas de todo el mundo. Se distrae, se olvida qué es lo que tenía que comprar, no encuentra la feria, habla con el Sol, y termina perdida en la casa de los Osos. Y ya todos sabemos lo que pasa después.


La energía del joven elenco traspasa el escenario. Vemos muy lindas coreografías, un bello cuadro de tap. Las 14 aldeanas de la feria, acompañan en todo momento mostrándonos una muy buena calidad y calidez actoral, en las canciones y bailes. Cantan sin micrófono y se escucha espectacular en sus armonías y arreglos musicales. Se nota claramente la preparación técnica y artística que estas jóvenes tienen.

Los chicos no paran de reír con las divertidas situaciones que se suceden, ayudan a Ricitos a buscar la feria y a recordarle qué era lo que tenía que comprar. A su vez, la Familia Oso, también recorre la sala haciendo adivinanzas divertidas que hacen que los niños acompañen esta historia sin aburrirse.

Destacamos la excelente performance de Camila Croce (La Osita). Una muy bella voz, un brillo artístico natural que hace que la más pequeña de La Familia Oso se gane la atención de los más chicos. Divertida y simpática.

En el recorrido de la historia, nos van mostrando que con “mucho amor todas las cosas salen mejor”, que hay que reconocer y pedir disculpas cuando nos equivocamos y hacer caso a los padres que siempre buscan lo mejor para los hijos. Muchos guiños para los adultos, para que con menos selfies y más abrazos, nos hagamos el tiempo para compartir lo más que podamos con nuestros hijos.

Ricitos de Oro, el musical se presenta en el Teatro La Casona (Av. Corrientes 1975).

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