Uno de los grandes estrenos del 2025 llegó a la calle Corrientes y lo hizo con todo el brillo que se esperaba: Pretty Woman, el musical basado en la icónica película de los 90, se presenta por primera vez en la Argentina en el hermoso Teatro Astral, y el resultado es una propuesta entretenida, llena de ritmo, humor y con mucho para destacar.
La gran protagonista es Florencia Peña, que asume el desafiante rol de Vivian. Su carisma, ya conocido por el público, es uno de los pilares del espectáculo. Tiene soltura, simpatía y mucha presencia en escena. Se nota que disfruta lo que hace y eso se transmite. Su versión de Vivian es distinta a la de Julia Roberts, pero logra que el personaje funcione en este nuevo contexto, más ligado a la comedia musical que al drama romántico.
Juan Ingaramo, que interpreta al galán Edward, se destaca especialmente en los momentos musicales. En lo actoral, su interpretación es más lineal y no llega a conectar emocionalmente con la intensidad que uno podría esperar del personaje. Aun así, cumple satisfactoriamente con un rol que no es fácil y que requiere presencia escénica.
Uno de los temas que más se comentaron en redes fue la diferencia de edad entre Peña e Ingaramo, que invierte la lógica original de la película donde Richard Gere era claramente mayor que Julia Roberts. Lo interesante es que esta diferencia no fue ignorada, sino todo lo contrario: el musical se ríe de sí mismo, incorpora una referencia al respecto y resuelve con humor lo que podría haber sido una incomodidad. Una buena decisión para descomprimir el tema.
El elenco que acompaña es realmente excelente. Alejandra Perlusky, Mariano Condoluci, Alfredo Staffolani, Ro Noziglia (maravillosa), Walter Canella y Mariano Magnífico, entre otros, forman un ensamble de gran calidad. Cada uno tiene su momento para lucirse y lo hacen con solvencia, talento y entrega. El trabajo grupal es uno de los puntos más fuertes del espectáculo.
La dirección de Ricky Pashkus, como es habitual en él, está muy bien pensada. Hay dinamismo, buen ritmo y una puesta que respeta el espíritu de la historia, pero le da una vuelta más cercana al lenguaje del musical porteño. El diseño de vestuario merece un aplauso aparte: es colorido, funcional, y recrea momentos icónicos de la película.
Un dato importante para los fanáticos de la peli: esta versión teatral no tiene como eje central el romance, sino que va más hacia el lado de la comedia, con mucho humor, coreografías y guiños al público. El amor está presente, pero no es el único motor de la obra. Es una Pretty Woman más relajada, más festiva, y muy adaptada al público local.
En conclusión, Pretty Woman es una propuesta fresca, divertida y muy bienvenida a la cartelera porteña. Funciona como homenaje a la película, pero también se defiende como show propio. Las funciones son de miércoles a domingos en el Teatro Astral, y las entradas se pueden comprar en la boletería del teatro o por Plateanet.
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