lunes, 17 de enero de 2022

CRÍTICA: PRINCESAS, 50 AÑOS DESPUÉS

Llegó el verano, empezó una nueva temporada teatral, y como casi una cábala y una sana costumbre, Pepe Cibrián Campoy, estrenó un nuevo espectáculo. Princesas, 50 años después levantó el telón en el Auditorio de Belgrano con funciones de viernes a domingos. 

Pepito esta año no nos presenta un musical, sino una comedia disparatada que nos reencuentra con Cenicienta (Pepe Cibrián), Caperucita (Marta González) y con Blancanieves (Esmeralda Mitre), quienes acuden a un encuentro para saber qué fue de sus vidas 50 años después de haber sido las más queridas de los cuentos, y estando en la actualidad un poco olvidadas debido a las nuevas generaciones de princesas como Frozen, Mulán y Ariel. 

En este alocado encuentro, Cenicienta lidera un movimiento feminista, Caperucita se niega a aceptar que ya no tienen la vigencia que solían tener, y Blancanieves logró adaptarse, reconvirtiéndose en una especie de princesa mediática. 

Pepe nos muestra en esta obra a unas princesas resilientes, algunas de ellas empoderadas, pero sobre todo nostálgicas y dispuestas a analizar sus propios cuentos, donde se cuestionan el tipo de historias contadas a las familias durante años; pero también reinvindica la autoría de Charles Perrault (autor francés de los clásicos infantiles como Caperucita, Cenicienta, Blancanieves, Pulgarcito y La Bella Durmiente), mencionando varias veces que no todo es "Disney".

Pepe Cibrián se nota que se divirtió escribiendo esta comedia, y Marta González y Esmeralda Mitre lo acompañan en este encuentro disparatado. Pepe, compone a la pobre pero empoderada "Ceni", Marta González, interpreta a una aniñada "Cape", y Esmeralda Mitre hace su propio show, incorporando sus últimos actos mediáticos y temas personales a la enriquecida "Blanqui".

Es vistoso el diseño de vestuario de Alfredo Miranda, y destacamos la escenografía creada por Daniel Feijoó.

La primera función tuvo varios olvidos en el texto, seguramente producidos por los nervios propios del estreno, que seguramente con el correr de las funciones, y con los artistas sintiéndose mas cómodos con sus personajes, irán ajustando.

Pepe se jugó y se arriesgó armando un elenco muy disímil, donde uno como espectador aprecia y valora la presencia de Marta González en el escenario, donde se la ve frágil y a la vez fuerte disfrutando de la función (dan ganas de abrazarla y aplaudirla por el simple hecho de verla aparecer en escena); y por otro lado, es atractiva la incorporación de Esmeralda Mitre, quien aporta su estilo de actuación y seguramente Pepe, de manera inteligente, vio en ella su aporte mediático a la obra. Muy lindas fueron las palabras de Esmeralda hacia Pepe en el saludo final, en donde le agradeció de manera personal contando al público que era un sueño para ella estar en una obra de Cibrián

Pepe, Marta y Esmeralda tienen tres estilos bien diferentes de actuación, y ellos se la juegan en el escenario creando un combo interesante para ver. 

Hermoso y valorado momento resulta el escuchar en off a Graciela Borges interpretando a la madrastra, la gente aplaude su voz y le da su merecido reconocimiento. 

Felicitamos a Pepe Cibrián por abrir el juego de hacer temporada en un teatro (enorme) en el barrio de Belgrano, fuera del circuito comercial de Calle Corrientes, en donde hizo tantos éxitos como Drácula y Calígula.



La producción general de la obra es de Majo Verón y Giuliano Bacchi, y la dirección es de Pepe Cibrián Campoy.

Princesas, 50 años después se presenta de viernes a domingo en el teatro Auditorio de Belgrano. Las entradas se pueden comprar en el teatro o a través de TicketPlay.

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