Fuimos a ver “Magia Blanca”, el nuevo musical de Juan Martín Delgado, que tiene como particularidad el uso de canciones de la banda Turf como columna vertebral de la propuesta. La historia se sitúa en la Argentina de los años 90 y se plantea como un drama con mirada crítica hacia aquella época, aunque con ciertos toques de humor que alivianan el relato.
El texto, escrito en verso, gira en torno a Blanca, una joven de familia adinerada que decide practicarse un aborto. Este hecho funciona como disparador para cuestionar a su entorno y buscar una nueva vida. A partir de allí, la obra recorre una gran cantidad de temas: vocación, amor libre, dictadura, religión, crisis económica, el Menemismo, el aborto deseado, la rebeldía juvenil y la solidaridad entre tantos otros. Sin embargo, nos pareció algo trillada la decisión de mostrar a quienes viven en Recoleta y Zona Norte como frívolos y corruptos, potenciando un estereotipo instalado.
Las actuaciones son buenas y parejas en todo el elenco, con un buen despliegue físico y vocal. Uno de los puntos altos son las coreografías, muy bien resueltas y ajustadas a cada escena. Naturalmente, la música de Turf resulta el gran atractivo de la obra: funciona como un gancho fuerte y lo logra. La presencia de los músicos en vivo también suma un valor diferencial.
La puesta en escena es sencilla, con andamios, mesas y una plataforma que representa al escenario de un bar, lo que da un marco funcional y sin mayores pretensiones.
“Magia Blanca” es un musical que busca combinar crítica social, drama y música popular, que encuentra sus momentos mas atractivos en la banda sonora. Se presenta los martes en el Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660, CABA).
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