Fuimos a ver “Tirria”, la obra de Lucas Nine y Nancy Giampaolo, que trae a escena a los Sobrado Alvear, una familia patricia venida a menos que intenta sostener las apariencias. Cada verano fingen viajar a Europa, aunque en realidad permanecen encerrados en su mansión, ocultando su verdadera situación económica. Solo Hilario, el criado de toda la vida, conoce el secreto. Lo que sigue son tres meses de encierro donde los recuerdos, las tensiones familiares y un inevitable karma marcan el pulso de la historia hasta llegar a un final muy logrado.
El gran punto fuerte de la obra está en su elenco: Diego Capusotto, Andrea Politti, Rafael Spregelburd, Juano Arana, Daniel Barbedes, Eva Capusotto y Galo Politti. Cada uno aporta matices muy distintos y, en conjunto, ofrecen un trabajo actoral de enorme nivel, logrando momentos de humor y absurdo que se disfrutan mucho.
La puesta es sencilla pero efectiva: un fondo negro, marcos vacíos y varios baúles, todos elementos cargados de simbolismos que acompañan muy bien la acción. La dirección de Carlos Alberto Branca mantiene un ritmo parejo y aprovecha bien la química entre los intérpretes.
Con la producción general de Damián Sequeira, “Tirria” resulta una propuesta original, entretenida y con un tono crítico que invita a la reflexión sin dejar de lado el humor. Estará de regreso en noviembre en el Teatro Metropolitan, una buena oportunidad para acercarse a un espectáculo diferente dentro de la cartelera porteña.
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