domingo, 26 de noviembre de 2023

CRÍTICA: CRUDO

CRUDO no se trata de otra obra de teatro musical más, sino que cuenta con un atípico factor diferencial: es la primera obra de teatro musical basada en el metal, con todo lo que ello implica, es decir, lo under y marginal del género en cuestión.

La obra se basa en "El Pibe Tigre", uno de los temas más relevantes del debut discográfico de Almafuerte, la última banda del recientemente fallecido Ricardo Iorio. La versión de CRUDO relata la historia de un trabajador humilde de un taller mecánico, a punto de ser padre, que en el afán de salir de la vida que lleva, se ve tentado a incurrir en los negocios turbios del taller. Y es a partir de este momento en lo que nada volverá a ser igual para el protagonista de la historia.

Lo llamativo de la obra es que desde el inicio hasta el final, un trío compuesto por batería, bajo y guitarra hace de las suyas, en donde solo baja los decibeles o directamente detiene su marcha durante los distintos actos del musical. Ellos son: Franco De Paoli, Omar El Kadi José Iesari. El grupo de artistas se completa con cinco actores, siendo ocho en varios momentos los presentes en el escenario. 

La puesta en escena es sencilla y minimalista, las luces se atenúan de acuerdo al momento y los músicos acompañan donde deben acompañar, siempre sin opacar las actuaciones. Hay coreografías por parte de todo el elenco a lo largo de la obra, precisamente entre acto y acto, donde la banda se destaca con una interpretación que acompaña el momento vivido por el protagonista. Y si bien al principio todo parece indicar que las voces están a cargo del protagonista de la historia, todo el elenco demuestra sus dotes tras el micrófono (Esteban Poblete, Beto Cuello y Christian Romano), destacándose la del protagonista (Federico Sorrentino) y la de su pareja en la historia (Noelia Vera). Muy buen labor por parte de los músicos, quienes están siempre pendientes del desarrollo de la obra, aportando paisajes tenues o bien pesados, dependiendo de la ocasión.

Felicitamos y destacamos la dramaturgia y dirección de Ariel Dabbah.

En relación a la sede, también hogar de The Other Place, recinto donde han performado bandas locales e incluso internacionales, aporta a la perfección el factor under de la obra. Las funciones son los jueves a las 21hs en G104 (Gascón 104, CABA). Las entradas se consiguen en ALTERNATIVA TEATRAL.

Reseña de Diego Almeyra.




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