domingo, 24 de octubre de 2010

Crítica: Todos eran mis hijos

Fui a ver la obra Todos eran mis hijos (All my sons) de Arthur Miller al teatro Apolo de la Calle Corrientes.
Si tienen ganas de ir a ver un drama impresionante y muy bien actuado, entonces esta obra es la elección correcta. Una trama familiar llena de secretos y mentiras a partir la muerte de un hijo en la segunda guerra mundial no deja libre al espectador de hacer constantes suposiciones y te mantiene atrapado de principio a fin. Excelentes todas las actuaciones pero las más destacables son las de Ana María Picchio y Lito Cruz. Muy recomendable para elegir esta obra y a apurarse porque termina a fin de octubre.
Todos eran mis hijos está siendo presentada en estos momentos en Broadway, Londres, Madrid y Buenos Aires.

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