CRÍTICA: EL HUEVO

El Huevo, obra de Nuria Anglés, nos mete de lleno en el mundo del arte y, mas precisamente, en la manera en que una escultura puede unirnos o separarnos. Lo que motiva y genera una obra de arte es absolutamente personal, y difiere de persona en persona. El debate, e intercambio de ideas, que se genera en "El Huevo" es exquisito y muy interesante. 

Los protagonistas son Constanza Espejo y Mariano Chiesa, quienes hacen una dupla fabulosa en el escenario. Ambos son grandes artistas, y sacan chispas a sus personajes de una manera inmejorable. A Mariano Chiesa ya lo habíamos visto en muchos espectáculos (para nosotros el mejor Dr. Madden que tuvo Casi Normales) y su característica es la excelencia; y muy grata sorpresa nos llevamos con Constanza Espejo, a quien fue la primera vez que vimos en teatro, y su interpretación nos encantó por la naturalidad, simpleza y credibilidad que dio a su personaje. 

La puesta en escena es simple, y sitúa la acción en una exposición de arte, en cuyo centro se encuentra una escultura que tiene a un huevo como protagonista. 

Destacamos la dirección de Naue Souto y de Nico Sorrivas (director residente), por el buen ritmo dado a una obra donde el texto predomina, y los diálogos se suceden incansablemente con planteos muy interesantes y a la vez divertidos. 

El Huevo es de esas obras que te dejan pensando en lo que una obra de arte puede transmitir, o no, a una persona; en si es conveniente conocer la inspiración del autor; en lo que da el valor monetario a las obras, entre tantos otros temas. 

El Huevo llegó a nuestro país por una temporada limitada, y luego de haber ganado el Brisk Festival de Los Ángeles, y haber estado en cartel por más de cuatro años en Miami. Si bien las funciones en Argentina finalizan hoy en la provincia de Tucumán, ojalá se agreguen nuevas porque es una obra muy recomendable para que vayan a ver. Las funciones en CABA fueron a sala llena en el Teatro Regina.