Fuimos a ver La lluvia seguirá cayendo, de Oscar Barney Finn y Marcelo Zapata, y nos encontramos con una propuesta tan íntima como conmovedora. La historia gira en torno al reencuentro entre un padre y un hijo después de 20 años sin estar en contacto personalmente. Ese choque de miradas, silencios y palabras pendientes está atravesado por recuerdos, ausencias y tensiones familiares que ponen sobre la mesa temas como la familia, la búsqueda de la verdad, el trabajo, las nuevas tecnologías y hasta el arte.
El texto es profundo y emotivo, pero lo que más nos gustó fueron las interpretaciones de sus protagonistas: Osvaldo Santoro y Paulo Brunetti. Con enorme credibilidad, ambos logran transmitir la sensibilidad y la emoción de sus personajes, y permiten al espectador entender —y hasta empatizar— con las dos posturas que se enfrentan en escena.
La dirección de Oscar Barney Finn merece un párrafo aparte: precisa, sutil y cuidada, logra que cada diálogo tenga el peso necesario y que el encuentro padre-hijo se sienta cercano y real. También nos encantó el diseño escenográfico, que junto al pasillo del mismo Teatro Beckett crea un efecto muy logrado: uno realmente cree estar dentro de una casa y de un taller de pintura.
La lluvia seguirá cayendo es una obra que invita a reflexionar sobre la importancia de hablar y de comunicarse con nuestros seres queridos. Es un drama íntimo que emociona y se disfruta.
Las últimas funciones serán el 30/8, 6/9 y 13/9 en el Teatro Beckett (Guardia Vieja 3556, CABA). Una obra recomendada para quienes disfrutan del buen teatro, con actuaciones sólidas y un mensaje que resuena mucho después de finalizada la función. Vayan a verla.
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